La quinta ola de Covid
Este texto está basado en pensamientos teóricos de dos mujeres alemanas especialistas en el comportamiento humano, la primera Hanna Arendt, quien a través de su libro “La Condición Humana”, nos explica el comportamiento del ser humano y la segunda mujer, es Elisabeth Noelle-Neumann, que a través de su teoría “La Espiral de Silencio”, nos habla de los miedos del ser humano y cómo actuar a partir de ellos.
Hanna Arendt, nos dice que el ser humano vive como un ser distinto y único entre iguales, por ello la Condición Humana consiste en estar separado de la naturaleza a través de la autoconciencia, dicha condición genera sentimientos de soledad, angustia, miedo, etc.; para superar estos sentimientos el hombre intenta buscar una nueva armonía con la naturaleza y darle un sentido a su existencia.
Por otro lado está la teoría de “La Espiral del Silencio”, Elisabeth Noelle-Neumann, parte del supuesto básico de que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento y, al manifestar sus opiniones, primero tratan de identificar las ideas, para luego sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada.
Hablamos sobre estas dos teorías provenientes de la Ciencia Política y la Psicología, ya que hace poco más de dos años todos en el mundo experimentamos lo que es una Pandemia y sus consecuencias políticas, económicas, sociales, educativas y en especial psicológicas. Pasamos de un miedo generalizado por no saber a lo que nos enfrentábamos, el miedo era a la incertidumbre, mientras fue avanzando la crisis sanitaria y mientras íbamos teniendo información, el miedo pasó a ser un miedo a infectarnos nosotros y a los nuestros.
A pesar de tener acceso a la información, la misma información nos dio temor por ser demasiada y muchas veces falsa y no creíble. Así pasamos la primera y segunda ola de la Pandemia. La tercera ola ya la enfrentamos con más tranquilidad porque ya había vacunas, llegamos incluso hasta burlarnos de la crisis e incluso hasta retar a la pandemia al aligerar las medidas sanitarias que se nos decía que teníamos que tener.
Muchos ignoraron y hasta la desafiaron a la cuarta ola de la pandemia, porque gran parte de la población ya estaba vacunada.
Algo raro pasa con esta quinta ola que para muchos no existe y no pasa nada. Si de la primera a la tercera ola hubo miedo e incertidumbre, en esta quinta hay un miedo pero no a contraer el virus del Covid, hay un miedo que se transforma en pena social, y aquí la importancia de las dos teorías antes mencionadas, hoy gran parte de la sociedad mexicana tiene miedo a que sepan que algún familiar o nosotros mismos tengamos Covid, porque hoy, tener el virus equivale a ser una persona mala para la sociedad, por eso hoy las familias mexicanas según dichos de médicos especialistas prefieren quedarse callados y generar una espiral del silencio por miedo a quedar aislado socialmente de la escuela, del trabajo, de los amigos e incluso de la familia, pero esa situación para muchos conocedores tiene su razón de ser en la condición humana, que al estar separado de la naturaleza misma, en este caso por el Covid, se genera una condición de soledad y para muchos es preferible estar solos que decir que se tiene el virus.
Por eso el incremento silencioso del número de contagios en las oficinas, en el trabajo, escuelas y en la calle, ya que se está optando por no cumplir con el protocolo de sanidad aun sabiendo el riesgo de contagio que es lo que en realidad está pasando en esta quinta ola, la cual es generada por la Espiral del Silencio que la sociedad está generando.
Para tener en cuenta, según datos del Universidad Johns Hopkins que para muchos especialistas y conocedores de las ciencias médicas a nivel mundial es la institución con la información más certera en el tema del Covid, dice que a nivel mundial hasta el 13 de junio de este año hay 535.4 millones de contagios en el mundo. En México según datos del Conacyt hay 5 millones 883 mil 738 casos durante toda la pandemia al cierre del 13 de este mes, y en el Estado de México hasta el día 14 de junio iban 579 mil 428 personas.
Finalmente, no hagamos más grande la Espiral del Silencio, todos nos hemos contagiado o nos vamos a contagiar, afortunadamente hay más certidumbre en la información y en los medicamentos.