De las 34 universidades públicas que existen en México, sólo 11 son dirigidas por mujeres. La gran mayoría siempre ha sido encabezada por hombres, entre ellas la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), que lleva hasta el momento 18 rectores varones y en mayo irá por su vigésimo noveno proceso de renovación.
En este 2024 habrá elecciones dos de las instituciones donde hay mujeres al frente y el siguiente año en la máxima casa de estudios de la entidad, en un ambiente político distinto, donde algunas voces al interior de la institución piden ya una mujer al frente, siguiendo la tendencia de la gubernatura y la presidencia de la República.
Posibles aspirantes
La UAEMex existe desde el 3 de marzo de 1828, a partir de 1944 es autónoma. El primer rector llegó en marzo de 1956 y desde entonces han pasado 18 hombres. Los últimos nueve salieron del gabinete universitario, como candidatos únicos ante el Consejo Universitario, con excepción de Uriel Galicia.
Históricamente, quienes integran el gabinete que acompaña al rector en turno son aspirantes naturales. De hecho, los últimos rectores 10 han salido de la administración central; la mayoría con candidaturas únicas y sin mayor problema.
Fuera del círculo cercano del rector, está el titular del Órgano Interno de Control, Victorino Barrios Dávalos, como aspirante; así como la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Laura Elizabeth Benhumea González; la titular de Derecho, María José Bernáldez y de Medicina, Huego Mendieta Zerón, pero todavía faltan definiciones.
En el gabinete universitario se menciona con más fuerza a Eréndida Fierro, secretaria de Administración; el secretario de Rectoría, Marco Antonio Cienfuegos; Martha Patricia Zarza, de Investigación y Estudios Avanzados y la abogada general Luz María Consuelo Jaimes.
Los tiempos
La renovación del gabinete universitario será el próximo 14 de mayo, en sesión del Consejo Universitario. Usualmente la convocatoria sale a mediados de febrero y por ley no se permite la reelección.
Los requisitos para ser rector son: ser mexicano, mayor de 35 años, formar parte del personal académico definitivo; contar con título profesional expedido por una universidad pública mexicana; contar con Maestría o Doctorado; antigüedad de al menos cinco años ininterrumpidos y con jornada completa al menos este último año.
La convocatoria podría traer algún requisito extra, pero si ello se excede a lo que marca la Ley de la UAEM, podría ser impugnada y echada abajo en los tribunales.
El género
Las únicas universidades con rectoras son: la de Aguascalientes, del Carmen, Guanajuato, San Nicolás, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Occidente, Sonora, de las cuales están por cambiar este año y el siguiente tres.
En el libro “Primeras Rectoras en Universidades Públicas Autónomas de México: Presencia y Acomodos”, presentada durante 16 Congreso Nacional de Investigación Educativa CNIE 2021, por Elba López y Marisol Bautista, del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, señalan que la primera mujer rectora del país fue electa en 1989, en la Universidad Autónoma Metropolitana.
En la pubicación libro “¿Por qué las mujeres no son rectoras en México?”, Lourdes Consuelo Pacheco Ladrón de Guevara, señala que los factores socioculturales, institucionales y los personales son la razón por la cual no hay alternancia de género en las universidades.
En la casa verde y oro, no sólo no hay mujeres que hayan encabezado a la UAEMex, sino que en el Colegio de Directores, integrado por 53 personas, sólo 21 son mujeres y 32 hombres. En los casos donde se han nombrado a encargados de despacho, las mujeres tampoco tan tenido lugar.
Necesita consenso
Como en cada proceso, no todos ni todas quieren hablar de la sucesión públicamente, a diferencia de Laura Elizabeth Benhumea, quien consideró que cualquier persona universitaria que ama a la universidad estaría interesada en aportar a su crecimiento.
Como muchos otros universitarios y universitarias, cumple con los requisitos que marca la ley, pero, para decidir si participa o no esperará a medir el consenso que podría generar; porque algo tiene claro: no se va a pelear con nadie.
“La decisión se la dejó al tiempo. Depende de los resultados de mi equipo en esta Facultad, de hacer sinergia y comunidad. Tendría que ser respaldada por la comunidad de todos los espacios universitarios.
“Yo siempre he tenido una premisa de vida, lo que es para uno es para uno. Claro que tienes que soñarlo, quererlo, decretarlo, trabajarlo y empeñarte. Pero no es algo que me quite el sueño” señala.
Las mujeres están plenamente preparadas para dirigir una institución como la UAEMex, igual que se hace con el gobierno estatal o en la presidencia de la República.
La universidad, considera, necesita de cambios estructurales, trabajar en conjunto con el gobierno estatal y federal para que el alumnado llegue a la institución mejor preparado, con más herramientas analíticas, de investigación e idiomas.
Señala que se requiere invertir más en desarrollo científico y tecnológico, así como en investigación transdisciplinaria porque de acuerdo al Plan Estatal de Desarrollo, la entidad ocupa el lugar 29 de 32 entidades en centros de investigación, el 21 en patentes registradas y sólo contaba -hasta 2023-, con 5.5 de integrantes del Sistema Nacional de Investigadores.
Hay que formar buenos profesionistas, competentes en su área, pero sobre todo buenos seres humanos, con valores, solidarios y empáticos con la sociedad, enfatiza, y sobre una candidatura de unidad, no se opone, pero tampoco es algo que apoye.
El aspirante incómodo
En el caso de Victorino Barrios Dávalos, titular del Órgano Interno de Control, su participación dependerá de que sea ratificado en su cargo para cumplir el requisito de trabajo de tiempo completo para la universidad, el año previo.
“Yo no conozco a alguien que cumpliendo los requisitos no se sienta comprometido con la universidad. Todos queremos que tenga brillo, transparencia y se manejen los recursos con pulcritud. La realidad es que ha perdido prestigio en los últimos 15 años, capacidad para obtener recursos y hasta confianza. No ha crecido, hoy su matrícula debiera ser del doble”.
Advierte que tiene factores en contra por hablar de la corrupción al interior de la máxima casa de estudios de la entidad, que incluso tiene en contra al Consejo Universitario por hacer señalamientos de la estafa maestra, la entrega ilegal de bonos y préstamos, así como por el saqueo de la institución.
Ve necesario que la comunidad universitaria tenga un papel preponderante y cambiar la forma de elegir a las autoridades; garantizar que la investigación realmente sirva al desarrollo de las comunidades, del estado y del país; administrar bien las finanzas, garantizar la gratuidad, ofrecer cuando menos “desayunadores universitarios” y que las y los profesores con más de 30 o 40 años puedan irse con una pensión digna, no reducida a un tercio, porque por eso todavía van enfermos, y no hay relevo generacional.
Consciente de las condiciones asegura que no se le va la vida si no es rector. “Obviamente quiero que cambie la universidad, pero si la comunidad universitaria decidiera otra cosa lo respeto. No está entre mis planes ejercer algún tipo de presión, ni siquiera hacia mí”.
FOTOS: ESPECIALES Y ML