Tras 59 días , 620 mil spots en medios y un gasto de campaña (registrado) que supera los 496 millones de pesos; llegó el momento de tomar una decisión que más allá de ser importante es definitiva por los próximos seis años para todxs lxs mexiquenses.
Se presentarán en la boleta solamente dos candidatas, dos grandes bloques de partidos amontonados, pero eso no facilita para nada la decisión de las y los mexiquenses. ¿Por qué? ¿Será acaso que las candidatas y sus proyectos no representan diferencia alguna para la ciudadanía sino más de lo mismo?
Por un lado la candidata del presidente y por otro lado la candidata del sistema estatal de toda la vida. Ninguna candidata de lxs mexiquenses.
A la ciudadanía nos queda claro que tenemos que elegir a alguna de las dos, que ni la abstención ni el voto nulo representan una opción ante la realidad lúgubre que vivimos, sabemos que participar es imperativo, no obstante, a unos cuantos días de las elecciones nos preguntamos a nuestros adentros, pero también entre nosotros: ¿por quién votamos?
Aunque hay muchos aspectos a considerar para decidir en este proceso, como seres humanos nos caracterizamos por tomar decisiones viscerales desde siempre por lo que indudablemente creo que el sentimiento nos ayudará considerablemente a votar por una candidata.
Para tomar una decisión acertada y asertiva hay decenas de procesos científicos que lo facilitan, sin embargo, esta ocasión no se trata de tener razón ni de acertar, se trata de elegir adecuadamente para que los próximos 6 años vivamos seguros, tengamos alimento, se respeten y garanticen los derechos humanos de todxs, tengamos oportunidades …
Pensando en todo y en todxs, con el sentimiento a flor de piel, ya decidí por quien he de votar, ¿tú por quién vas a votar?