En 2025, quienes laboran en el Tribunal de Justicia Administrativa volverán a descansar 49 días al año y con ello seguirán como la instancia pública del Estado de México donde menos se trabaja al año. El presidente, Gerardo Becker Ania, intentó disminuir los días de asueto, pero varios magistrados y magistradas se opusieron al indicar que ese beneficio es por el bajo salario que perciben.
Durante una reunión que tuvo el pleno del Tribunal la semana pasada, luego que se hizo público un comparativo de su calendario de labores con el resto del servicio público, el presidente dio a conocer que en 2023 descansaron 54 días y para el 2024 bajó a 49.
Para el 2025 el objetivo era reducirlo a 45, pero al final la mayoría estuvo de acuerdo en sumar como asueto el 30 de abril, el 5 y 9 de mayo, y el 15 de septiembre al calendario aprobado.
Se dejó claro que se respetan todos los derechos laborales de quienes ahí trabajan e incluso tienen un calendario de labores muy “benigno”, pero la realidad es que hay retraso en el trabajo y a eso se suma que van a tener una carga de trabajo extra a la cual deben responder.
La queja insistente de algunas magistradas y magistrados es que con el bajo salario que tienen varios de los y las abogadas es muy fácil la fuga de talentos, porque no pueden competir con otros tribunales, pues en este Tribunal hay quienes ganan menos de 10 mil pesos al mes.
El presidente argumentó que se les está dando ya tres semanas de descanso en verano, tres en la temporada decembrina, además de las de Semana Santa, pero tienen una carga de trabajo “abrumadora” y se debe atender.
Repartes bonos
Entre las quejas que se expusieron está el checar hora entrada y salida y que muy fácilmente se les reduzca el salario como castigo por no llegar a tiempo, pero no se dan incentivos a quienes cumplen con sus obligaciones y son puntuales. “Ojalá el próximo año tengan ingresos más tangibles y notables”.
Insistieron que no pueden buscar a las y los mejores profesionistas si no son capaces de darles un buen salario y por eso les ofrecen más descansos como aliciente, para que regresen con mejor ánimo a cumplir su trabajo. “No hay estímulos extras, sólo expedientes extras, el calendario debe ser cada vez más parecido al de la SEP, para que puedan estar con sus hijos e hijas”.
El acudir menos a la oficina no significa trabajar menos, apuntaron, pues se están cumpliendo las metas, responden con eficiencia, pese a la carga laboral y los días de descanso nunca se pensaron para sustituir el salario, sino por políticas de género y para favorecer la vida familiar.
Alguna magistrada expuso que las y los trabajadores tienen muchas deducciones en sus recibos. “Hay fuga de talentos. Los vamos a reventar. Hay que darles un bono de trabajo de fin de año, a lo que el presidente respondió “Me da pena la falta de memoria. Dimos cinco bonos especiales en 2023. Se aprobó un aumento en las medidas y posibilidades del Tribunal, se les ha apoyado, este año también con dos bonos a principios del 2024” y se espera que para el 2025 se logre el incremento que ya no se pudo dar este año, así como una reestructura. Por ahora se están cambiando los vehículos.
La respuesta a esta postura fue que sí hubo bonos, pero se entregaron de manera discrecional y eso no es una garantía de ingreso para nadie, por lo cual se esperaba una retabulación este año en el cual se aumentó el gasto en el capítulo mil, en 63 millones de pesos, y lo único que llegó fue una carga adicional de trabajo.
“Hay una diferencia abismal en los salarios de nosotros y ellos, hay quien gana 8 mil pesos al mes, es necesario ser más empáticos. Se necesitan tabuladores claros. Los que estamos aquí representamos el salario de ocho o nueve compañeros, ganamos 10 veces más que ellos. Los sueldos se deben incrementar. No más bonos, pero si mejor salario” abundaron.