La lucha de las mujeres por la igualdad de derechos es una batalla diaria que si bien ha tenido frutos, también arrastra deudas y pendientes. Hay rezagos y desigualdades que no se han podido superar.
Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, platicamos con la periodista mexiquense, Tere Montaño, quien fue víctima de secuestro exprés y autora de la investigación sobre empresas fantasma en el anterior gobierno del Estado de México.
Tere hace énfasis en la situación de mujeres periodistas que a diario enfrentan desigualdades, un sistema patriarcal, actitudes machistas y misóginas dentro y fuera de las redacciones y por parte del poder, al que, por supuesto, no le gusta ser cuestionado.
Advierte que no hay grandes logros en materia de igualdad y equidad, pero al menos se ha logrado visibilizar y abordar el discurso de desigualdades; con lo cual el avance es más narrativo, pues se abrió el espacio para airear estas cosas, ya que un lustro atrás no se hablaba mucho de las condiciones que enfrentan las mujeres, ni las periodistas.
Para las periodistas, puntualiza, la desigualdad no sólo se vive afuera; sino también en los centros de trabajo.
“Seguimos enfrentando condiciones de desigualdad e inequidad tanto en las redacciones, como en el trato con ciertos sectores de poder a quienes es necesario acudir para cumplir con el trabajo”.
Para los hombres, refiere en ocasiones les es más fácil acceder a cierto tipo de información por el ambiente patriarcal y actitudes machistas; ya que en algunas fuentes hay presencia mayoritaria de hombres.
Un tema importante que destaca es la existencia de áreas de mayor riesgo, sobre todo para quienes realizan investigación en temas de corrupción, pues implica cuestionar al poder; la otra es la cobertura de hechos violentos y temas de seguridad.
Organizaciones como Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) y artículo 19, añade, han documentado que esos dos ámbitos representan un mayor riesgo para las mujeres periodistas.
Condiciones laborales
En materia laboral, Tere Montaño agrega que en algunos estados hay reportes de que las mujeres periodistas tienen percepciones menores que los hombres y para quienes son madres las condiciones no son fáciles, pues muchas veces no reciben seguridad social, ni en ámbitos de riesgo para ejercer de manera segura su trabajo. “Falta seguridad laboral”, reprocha.
Nuestro país, expresa, enfrenta una situación complicada para periodistas, pues la precarización afecta a mujeres y a hombres, quienes se ven obligados a trabajar en dos o tres lugares para tener un mejor salario.
De hecho, añade, el sueldo profesional debería ser revalorado, ya que sigue siendo muy bajo, en contraste con las grandes sumas de dinero que los grandes medios corporativos reciben.
Para los medios que están surgiendo hay una gran desventaja, ante la ausencia de una reglamentación de presupuesto en materia de publicidad, cuando hacerlo, explica, permitiría tener acceso a recursos públicos para promover la libertad de expresión, sin condicionamientos, como ocurre actualmente.
Los presupuestos en materia de publicidad, advierte, siguen siendo condicionados y entregados a quienes están al frente de áreas de comunicación social y la forma de operar los recursos también limita a las mujeres.
Además, hay datos de que solo el 10% de los proyectos que están surgiendo son liderados por mujeres; por lo cual, añade, sería necesario avanzar en la reglamentación y alentar la libertad de expresión.
Violentadores
Al recordar que tras los tendederos para exhibir a agresores hubo periodistas hombres que salieron a ofrecer disculpas y a asumir un compromiso para reeducarse, Tere Montaño considera que es poco, comparado con el riesgo de agresión y acoso que enfrentan periodistas, incluso por parte de jefes de prensa, funcionarios, comunicadores que se sienten con derecho de amenazar mujeres por sus coberturas.
Cuestionar al poder, subraya, incomoda, pero si lo hace una mujer incómoda doblemente, y un ejemplo es justamente que hace poco ella fue amenazada por un jefe de prensa. No es la primera vez, pues siempre ha sido una periodista incómoda.
“Es importante recordar en este punto que el papel fundamental del periodista es cuestionar el poder, independientemente de quien esté sentado en la silla y eso les cuesta trabajo entenderlo”.
Sin embargo, no todo está afuera, pues también hay amenazas al interior de las redacciones, donde compañeras, recuerda, son acosadas sexualmente por sus jefes que se sienten con derecho de amenazar e intentar someter, o presionan y buscan controlarlas.
Deudas
Para Tere Montaño la principal deuda de la sociedad es generar conciencia sobre el valor del trabajo informativo de las mujeres, que aportan distintos formas de ver el mundo, siempre más humanistas en fenómenos como: madres buscadoras, madres de víctimas de feminicidios, sobrevivientes de feminicidios y de quienes son parte de colectivas.
De hecho, comenta, las mujeres visibilizan esos teman, pero falta que la sociedad revalore esos papeles, y a las mujeres periodistas, cuya sensibilidad permite generar visiones diferentes.
Por parte de las autoridades, explica, falta generar espacios y condiciones seguras para el ejercicio periodístico.
Recuerda que se aprobó la Ley de Protección de Periodistas y Defensores, pero crítica que se quedó corta al colocar a periodistas que no son de a pie y ha habido un trato político en cargos clave dentro del mecanismo de protección, que en el Estado de México, sentencia, no sirve para nada, y el cual falta complementar con la generación de un fondo de ayuda, asistencia y reparación integral a víctimas relacionadas con personas defensoras y periodistas en el Estado.
A nivel federal, dice, al parecer desapareció el fondo, y un pendiente es publicitar un poco más dicho mecanismo y exigir que trabaje.
Al final, este 8 de marzo hay pocos avances que festejar, pero mucho por hacer en el quehacer diario de buscar igualdad, equidad y echar abajo actitudes machistas y misóginas. El ámbito periodístico no es la excepción: las deudas no se han saldado.
Y aunque Tere Montaño no lo dice, otra deuda es la falta de resultados en la investigación por el secuestro exprés que sufrió en agosto del 2021, pues la Fiscalía mexiquense sigue quedando a deber.