Como sabemos, en el Estado de México está en marcha el proceso electoral para designar al o la gobernadora para el período constitucional 2023-2029, por lo que, la ciudadanía aspira a que sea una elección integra, es decir, que la contienda electoral sea libre, respetuosa y equitativa, para ello, es esencial que los actores políticos, candidatos, candidatas, partidos políticos, así como las autoridades electorales, administrativas y jurisdiccionales ajusten su actuar al respeto del marco normativo, a la transparencia, así como a la rendición de cuentas.
De esta manera, la integridad de las elecciones se constituye como el vínculo directo con los principios democráticos que rigen las elecciones. Entonces, al hablar de integridad electoral la concebimos como un fragmento de un comicio electoral, convirtiéndose en parte fundamental de una elección confiable libre y justa.
La integridad electoral definitivamente es inseparable a los principios de la democracia, ya que en ellos descansa el origen y el fundamento de la exactitud de la rendición de cuentas, así como la transparencia en la administración y organización de una elección, dando como resultado una verdadera dirección electoral en donde debe permear la conducta ética de quienes participan, organizan, defienden y protegen una elección.
Como parte de un proceso electoral se presentan problemáticas de integridad electoral, pero al mismo tiempo soluciones para enfrentarlas.
Respecto a este trascendente tema, el pasado 19 de enero del presente año se firmó un Acuerdo por la Integridad Electoral en el Marco del Proceso Electoral del Estado de México 2023, entre autoridades electorales como son: el Instituto Nacional Electoral (INE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), así como el Gobierno del Estado de México, partidos políticos y organizaciones civiles.
En este acuerdo se asentó el compromiso entre los firmantes de llevar a cabo a buen puerto el desarrollo del proceso electoral mencionado. De dicho acto puede surgir una pregunta: ¿Por qué firmar este tipo de acuerdo si ya las reglas están claras en la ley?
De antemano hay que agradecer a los participantes por la firma de dicho acuerdo, ya que hoy en día si es muy necesario.
La respuesta es evidente: los tiempos y los procedimientos cambian, y en muchas ocasiones quienes tienen la gran responsabilidad de realizar la toma de decisiones trascendentes, se enfrentan con una realidad diferente o extraordinaria, que no ha sido considerada por la normativa, es decir, que las circunstancias novedosas no están previstas y, por lo tanto, no reguladas lo cual genera una gran incertidumbre.
Es por ello que, autoridades y actores políticos que participan en este proceso electoral, tienen la responsabilidad y el gran compromiso de respetar las leyes electorales, más aún las autoridades electorales tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, tal como lo mandata el artículo primero de nuestra Carta Magna.
También es de gran trascendencia mencionar que la ciudadanía juega un papel muy importante, ya que en ella descansa la decisión de elegir quién gobernará el Estado de México, estado con el padrón y lista nominal más grande de nuestro país, y que por ende se vuelve tan relevante.
Está en manos de la ciudadanía mexiquense vigilar que la elección se desarrolle correctamente; que se respeten las reglas, que haya transparencia y rendición de cuentas, pues sólo así se fortalecerá la democracia al hacer posible que la voluntad del pueblo se materialice, ya que su participación será fundamental para avalar y dar legitimidad a la o el ganador.