Es menester comenzar este apartado agradeciendo a los lectores de este espacio por el tiempo que dedican a la lectura de los artículos que se publican, lo cual nos da la oportunidad de conocer y aprender cosas nuevas. Al mismo tiempo aprovecho la oportunidad para desearles un feliz y excelente año 2024, que haya en ustedes dicha, amor, prosperidad y éxito en todo lo que emprendan.

Es trascendente hablar de los hechos violentos que ocurrieron el 8 de diciembre de 2023 en Texcaltitlán, Estado de México, en donde los pobladores se defendieron al ser enfrentados con armas de fuego por integrantes del grupo del crimen organizado; evento en el que desafortunadamente hay 14 personas desaparecidas.

Esta situación también se ha presentado en más municipios del Estado, lo que se convierte en un ambiente insostenible para los habitantes, ya que integrantes de los grupos antes referidos quieren tomar el control económico y de la ciudadanía; y aquí la pregunta: ¿si tienen el control de esta última, tendremos elecciones limpias y transparentes? 

Por supuesto que la respuesta es obvia, porque al tener el control estos grupos, incursionan en las esferas políticas, lo cual impacta en la integridad y progreso de la democracia, afectando al mismo tiempo, el buen desarrollo del proceso electoral y la credibilidad ciudadana en la legitimidad de los resultados electorales, aunado a que el crimen organizado, a través de amenazas y violencia, puede inhibir a los votantes para participar en las elecciones.

Ahora bien, cómo debemos enfrentar esta situación; primeramente, es importante tener en cuenta que las autoridades electorales deben trabajar de manera conjunta con la ciudadanía y otras instituciones gubernamentales, para que haya mayor seguridad y así se garantice a los electores y a los funcionarios electorales esta protección. Asimismo, las ciudadanas y los ciudadanos tendrán que participar activa y positivamente en las tareas, como: denunciar cualquier delito que tenga por objeto alterar el buen desarrollo de las elecciones, y lo más importante es que acudan a emitir su sufragio; de esta manera, con resultados, se logrará combatir cívicamente este flagelo.

Es importante que, para que haya un buen desarrollo del proceso comicial, se identifiquen oportunamente indicadores de la injerencia de los grupos delictivos, con el objeto de combatirlos, siendo estos: la corrupción, intimidación, amenazas, agresiones a la integridad psicológica y física, así como la compra de votos y, sobre todo, la privación de la vida.

Al identificar los indicadores, las autoridades de seguridad pública, así como las electorales, podrán realizar las acciones necesarias para erradicar estas amenazas. Se garantizará la seguridad de las y los candidatos, del electorado; se logrará una mayor confianza y calidad de nuestra democracia, así como, la credibilidad en nuestras instituciones que organizan y defienden el voto de los electores, potenciando así que los derechos político-electorales sean salvaguardados y respetados.

Para logar todo lo anterior, tanto las autoridades como la ciudadanía en general, tendrán que contribuir mediante la denuncia, para prevenir e inhibir cualquier acto que afecté la organización de las elecciones libres y auténticas. De manera que, sus resultados estén legitimados por el respaldo de las y los ciudadanos exclusivamente.