La decisión de Victorino Barrios Dávalos de no participar en la convocatoria para designar a la persona titular del Órgano Interno de Control (OIC), en la UAEMex seguramente dio alivió a más de uno en la Universidad, y la esperanza de “sepultar” varios procedimientos que inició por el cobro ilegal de cheques y de bonos por “riesgo psicosocial”.
Sin embargo, no puede haber “borrón y cuenta nueva”, pues si existen elementos para sancionar a alguien los procedimientos deberán seguir hasta las últimas consecuencias.
No es posible que después de la Estafa Maestra, la venta falsa de servicios al gobierno de Oaxaca y la forma como operó la caja de ahorros del sindicato administrativo, la máxima casa de estudios de la entidad se vea envuelta en más escándalos por corrupción, ni solape la alteración de cheques, o el cobro de bonos.
Hasta ahora la justicia no ha pasado por la institución. No hemos visto sanciones ejemplares por ninguno de estos casos, pues pese a existir denuncias formales, la Fiscalía Anticorrupción no ha avanzado en estos asuntos y ninguna autoridad universitaria se pronunció sobre esos hechos, como si quisieran minimizarlos u ocultarlos.
Tampoco hubo comentarios de parte del Comité de Participación Ciudadana (CPC), ni del Comité Coordinador del Sistema Anticorrupción del Estado de México, ante hechos escandalosos e inadmisibles al interior de esa, o de cualquier otra institución pública.
Sólo por mencionar un caso: se expidió un cheque por 550 pesos y se cobraron 550 mil pesos, y de no ser por Victorino Barrios nadie dijo nada, a nadie pareció importarle esa alteración.
Por cierto, antes de que Barrios Dávalos fuera nombrado titular del OIC en el ISSEMYM vino una andanada de críticas y señalamientos que buscaban empañar su imagen y evitar que volviera a ser nombrado en el OIC en la UAEMex.
Es increíble que en lugar de reprochar las irregularidades registradas al interior de la máxima casa de estudios, haya quien reclame las acciones que el ahora ex titular del OIC en la universidad llevó a cabo.
Lamentable también la omisión del Congreso local, del Órgano Superior de Fiscalización y del Sistema Anticorrupción que nunca dijeron nada, ni se pronunciaron ante esos posibles actos de corrupción.
Barrios le vendrá bien al ISSEMyM, pero ¿Quién llegará a la UAEMex?
La ciudadanía y la comunidad universitaria deben estar atentas a lo que viene y a que no se dé “carpetazo” a los expedientes.
Limpia en el ISSEMyM
Donde seguramente están temerosos es en el ISSEMyM, a donde llegó Victorino Barrios como titular del Órgano Interno de Control porque podrían empezar a salir a la luz muchas irregularidades que se han cometido.
Si bien es cierto que el esquema de cuotas no es suficiente para cubrir las necesidades de la institución, también lo es que desde adentro se encargaron de llevar al Instituto al precipicio.
Por mucho tiempo se ha hablado de auditorías especiales, han pasado varios directores y directoras, pero nada ha salido a la luz, parece que hay mucho interés por mantener todo en la oscuridad y sólo se habla de la ineficacia que tiene para recuperar su cartera vencida.
Ojalá Barrios no tenga miramientos, ni reparo en hacer público todo, pero en especial por denunciar formalmente para que el Tribunal de Justicia Administrativa, la Fiscalía de Justicia y el Poder Judicial sancionen las posibles faltas administrativas y penales.
En campaña, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez ofreció realizar una auditoría a ese instituto y el tema no debe quedar en promesa de campaña.
Elecciones en puerta
Siguiendo con el tema de los OIC, esta semana se depurará la lista de 155 aspirantes que acudieron al llamado para la designación y, o ratificación de titulares para la Fiscalía de Justicia; los institutos de Transparencia y Electoral; la Codhem y la UAEMex.
Se espera que la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de México elija a los mejores perfiles, a quienes no tengan ligas o relación con las autoridades para que sean capaces de señalar y sancionar todas las faltas que encuentren.
Ese es el objetivo de tener OIC externos: que no sientan compromisos con quienes están al frente de estos órganos autónomos.
Y pensar en el mejor perfil no significa que se decidan por quien tiene estudios de posgrado o más años de experiencia, sino por quien sea incorruptible, no le tiemble la mano para aplicar la ley y de paso, por qué no, piensen en la alternancia de género.