De: Las y los mexiquenses
Para: Las diputadas y diputados locales
Un año más, doce meses de nuevas oportunidades y ustedes continúan ignorando las necesidades no solo de sus electores sino de la población en general. Las agendas de todas las fracciones parlamentarias, sus agendas, están saturadas de intereses, ideologías y en contados casos de ciertas demandas ciudadanas, pero no de justicia ni mucho menos voluntad para hacerle frente a los efectos que producen las inclemencias globales y locales a la población que habita en el Estado de México.
Pobreza, inseguridad, problemas tanto en las finanzas personales como en la economía familiar, violencia contra la mujer, escasez de oportunidades, entre otra larga lista de afecciones sociales y personales encuentran un terreno común en millones de vidas que estudian, trabajan, sueñan y se esfuerzan cada día por tener una condición mejor en el espacio en el que viven, en territorio mexiquense.
Cuando los noticiarios, las redes sociales o los periódicos, para los que somos más oldschool, nos informan sobre la labor legislativa que realizan regularmente tenemos dos reacciones: nos reímos sabiéndonos insultados por la ridiculez de ciertas actividades que realizan u organizan; o de plano nos enfadamos recordando el viejo refrán “ni pichan, ni cachan, ni dejan batear”; pero en ambos casos nos sentimos robados toda vez que por mucho o poco que digan o hagan, la realidad no cambia y los problemas se agravan.
Ustedes no tienen ni toda la pena ni toda la gloria, pero es un hecho que no solamente necesitamos una transformación cultural para vivir en un Estado mejor, también requerimos necesitan acciones de gobierno, particularmente de ustedes que además de ser el contrapeso al Poder Ejecutivo estatal son nuestra voz sonante en la toma de decisiones importantes. En otras palabras, requerimos y estamos trabajando para generar un cambio de valores que no basta si no existe cambio en las políticas. Solo así podremos lograr el espacio donde queremos vivir.
Al leer estas líneas seguramente algunas y algunos de ustedes se escudaran diciendo que han presentado decenas de iniciativas, mociones, reservas, que han trabajado incansablemente o hasta enarbolaron algunas victorias que han tenido en sus agendas legislativas. Sin embargo, con toda la pena del mundo les informamos que 9 de cada 10 acciones realizadas por ustedes son solo activismo improductivo. Y se menciona con pena porque ustedes deberían notar por cuenta propia las circunstancias en las que vivimos las y los mexiquenses para entonces sí evaluar si la ardua labor que ustedes dicen desempeñar tiene efectos directos en las vidas, las comunidades y las familias mexiquenses.
Esta no es una carta de reclamos o quejas sin justificación, esta es una llamada de atención de parte de millones de mexiquenses que no queremos esperar más, que necesitamos que hagan trabajo de valor, que escuchen nuestras necesidades y propuestas o dejen la responsabilidad a quienes tengan la valentía de poner manos a la obra en lo que pedimos suceda ya.
