Hoy en día la participación de los jóvenes es trascendente para nuestra democracia; las y los jóvenes son un segmento importante de nuestra población, representan alrededor del 30% de la lista nominal de electores.

Ya están en marcha las campañas electorales a nivel federal, las cuales se llevarán a cabo durante el periodo del primero de marzo al 29 de mayo de 2024. En estas elecciones las ciudadanas y ciudadanos votarán por un total de 629 cargos, los cuales corresponden a: 128 senadurías (64 por el principio de mayoría relativa, 32 por el principio de primera minoría y 32 por el principio de representación proporcional), 500 diputaciones (300 por el principio de mayoría relativa y 200 por el principio de representación proporcional), también se votará por la Presidencia de la República.

En el contexto local la ciudadanía elegirá 19 mil 634 cargos, los cuales incluyen diputaciones locales, integrantes de los ayuntamientos, así como las gubernaturas de los estados de: Chiapas, Ciudad de México (en esta ciudad también se elegirá alcaldías y concejalías), Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.  Es importante precisar que, aunque las elecciones federales y locales son elecciones coincidentes, las campañas electorales a nivel local inician en distinto período, ya que estas están programadas de acuerdo a su ordenamiento electoral.

Una vez abordado lo anterior, es de vital importancia resaltar que todas y todos los candidatos se deben enfocar a dirigir sus campañas electorales (en donde aprovechen la oportunidad de presentar verdaderas propuestas y convencer a los electores que representan las mejores opciones) a toda la ciudadanía, principalmente a los jóvenes que son el futuro de nuestro país; se les debe hacer una atenta invitación a que participen y que voten por las y los candidatos que mejor los hayan convencido con sus propuestas.

Es importante resaltar que las y los jóvenes son quienes darán continuidad a las decisiones que se tomen en las elecciones del 2 de junio de 2024, por ello, es muy importante que se involucren y escuchen propuestas que aseguren sus intereses y preocupaciones en las decisiones políticas.

Las y los candidatos deben trabajar con argumentos sólidos y con planteamientos claros para que las y los jóvenes tengan el interés suficiente, la confianza y sobre todo la responsabilidad y conciencia de la importancia que tiene su voto para con nuestra democracia; estos candidatos deben convencer, motivar y despertar el interés de esta generación,  pues las y los jóvenes serán quienes darán seguimiento a los compromisos de campaña y, eventualmente, serán los más firmes detractores en caso de que no se cumpla con lo prometido.

En esa lógica, es indispensable que las y los candidatos, así como los gobernantes en turno demuestren a la juventud que sus demandas, necesidades, preocupaciones y esperanzas, constituyen el eje central de sus propuestas, y se materializan en un primer momento con compromisos reales y altamente alcanzables. De manera que, la consecución de esos compromisos permitirá construir confianza entre las y los jóvenes con sus futuros gobernantes.

En conclusión, las candidatas y los candidatos en las campañas electorales deben ser auténticos y transparentes en la transmisión de sus discursos, abordar problemas que afectan a la juventud, como: la educación, el empleo, entre otros. De manera que, les ofrezcan soluciones viables que les permitan alcanzar su desarrollo personal, familiar, profesional en un estadio llenó de oportunidades.

Como se ha mencionado, no se trata de ofrecer y decir que todo va estar bien, sino que, una vez que los contendientes que hayan ganado lleguen al cargo, se ocupen de manera inmediata de sus promesas de campaña, es decir, tienen que demostrar en los hechos que cumplirán a cabalidad, pues de ello depende que las y los jóvenes generen confianza y credibilidad. Lograr una amalgama entre la juventud y los actores políticos será el puente para lograr el progreso de la sociedad y una real consolidación de nuestra democracia.