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INFOGRAFÍA: IGNACIO HERNÁNDEZ

A pesar de la pandemia y el crecimiento de la demanda, la actual administración estatal ha reducido paulatinamente el número de médicos, paramédicos y enfermeras en sus hospitales y centros de salud públicos.

Entre el 2017 y julio del 2020 se dieron de baja a 2 mil 596 profesionales de este sector, 300 de ellos durante el primer semestre del 2020, cuando la pandemia por Cpvi-19 azotó a la entidad.

En contraste, durante los primeros seis meses del 2020 creció la burocracia del sector salud al pasar de 16 mil 638 a 17 mil 862 personas encargadas de tareas administrativas, sin contar a quienes se dedican a labores de limpieza, porque sus pagos son vía outsourcing.

Las cifras que ofrece la Secretaría de Finanzas en su área de Transparencia Fiscal muestran que durante el 2016 la cifra de personal médico dado de alta en la nómina estatal era de 49 mil 385, en 2017, cuando se dio el cambio de administración la cifra subió a 53 mil 810, en pleno año electoral.

Pero en 2018 la cifra comenzó a ir a la baja al cerrar el ejercicio fiscal con sólo 53 mil 777 profesionistas, en 2019 siguió decreciendo a 51 mil 507 y en el primer semestre del 2020 se llegó a 51 mil 214 médicos, paramédicos y enfermeras.

En esta administración se han hecho constantes anuncios de nuevas contrataciones de personal médico, pero las cifras no se reflejan en los reportes oficiales del número de servidores públicos dados de alta en la nómina estatal.

A finales del año pasado el gobierno estatal dio a conocer que iban a contratar más personal por el aumento de casos de Covid-19 e informaron que al inicio de la pandemia, es decir en marzo, contrataron mil 400 personas de los cuales 148 fueron doctores y 800 enfermeras, pero tampoco se reflejan en las cifras oficiales.

También se lanzó una convocatoria en abril para contratar especialistas en terapia intensiva, medicina interna, medicina general, enfermeras y otros especialistas.

PRECARIAS CONDICIONES PARA LABORAR

El personal médico empleado en el sector público mexiquense  está muy lejos de tener una condición privilegiada, con sus turnos de 24 horas seguidas de trabajo, sin importar días festivos, sino la demanda de trabajo que ha hecho laborar a muchos turnos seguidos, sin descanso.

Esto, sin un salario muy decoroso, para un profesionista que debe seguir actualizándose. De acuerdo al tabulador de sueldos del Estado de México vigente este 2021, un médico general tiene asignado un salario bruto mensual de 18 mil 171 pesos que queda en 14 mil 108 pesos netos por los descuentos que les hacen.

Algunos otros perciben 10 mil 139 de forma bruta que quedan en 8 mil 413 pesos netos; mientras, un médico especialista recibe un pago de 13 mil 122 pesos brutos y en otros casos 12 mil 121 pesos. En el caso de las auxiliares de enfermería 10 mil 139 pesos y 8 mil 413 pesos netos

Mientras, en el mismo gobierno estatal hay museógrafos con percepciones brutas de 35 mil 922 pesos, dibujantes de 20 mil 278, donde el salario médico se asimila más al de un vigilante de museo que cobra 13 mil 326 pesos al mes de forma bruta, pero muy lejos de lo que persigue un intendente de albergue que tiene una retribución de 39 mil 366 pesos cada mes.

A esto se ha sumado la falta de equipo e insumos en sus centros de trabajo, la insuficiencia de espacios, la alta demanda que normalmente se presenta y se ha acrecentado en los últimos 11 meses por la pandemia de Covid-19 que los ha puesto en riesgo y causado bajas entre el personal médico e incluso entre los practicantes.

La infraestructura tampoco ayuda. La comisión de Salud del Congreso local identificó al menos 10 hospitales con varias deficiencias que impiden su operación normal.

Para ello le condicionaron al gobierno estatal la autorización de 11 mil 600 millones de pesos de deuda siempre y cuando destine este año mil 200 millones de pesos para terminar y poner en funcionamiento ocho hospitales.

Se trata de reconstruir el Hospital de Caracoles, conocido como Valle Ceylán, el cual servirá a la población de la zona oriente de la entidad, en Tlalnepantla, con una inversión de 540 millones pe pesos, el Centro Integral Oncológico de Ecatepec, el de Zinacantepec, Zumpango, Chicoloapan, Tepotzotlán, Coacalco y el de Tecámac que actualmente tiene muchas deficiencias.

Aunque todavía seguirán varios hospitales con necesidades de rehabilitación, garantías de equipo e insumos suficientes y mejores condiciones laborales para sus trabajadores.